Pocos cambios presentan los Airpods de Apple en su segunda generación. Al menos en la superficie, con un modelo funcional que respeta los cánones del mercado. Las diferencias más notables se encuentran a nivel interno, donde cuenta con un chip inalámbrico que facilita la conectividad y el emparejamiento con diferentes dispositivos.
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Mismo aspecto
Desde el punto de vista físico, los Airpods continúan con el aspecto que tan buen resultado dio en su primera generación. Con más o menos detractores, esta fórmula le ha funcionado a Apple, que ha decidido continuar con su apuesta inicial. Los usuarios que se sentían cómodos con ellos, lo seguirán haciendo, y los que sentían que los cascos se desprendían de las orejas, lo seguirán sintiendo.
No hay cambios tampoco en características más demandadas como puede ser la resistencia al agua. Ya bien sea para hacer deporte o por cuestión de higiene, era algo que muchos esperaban con este nuevo modelo. Finalmente, los nuevos Airpods no tendrán esa cualidad.
Sin cambios en el sonido
Más de lo mismo en materia de sonido, donde los Airpods continúan siendo unos cascos con poca capacidad para reducir el ruido exterior. Mayormente, por su diseño tan ligero, que, a su vez, tendrá ventajas en cuanto a la comodidad y discreción en su uso. No son unos cascos que busquen una calidad de sonido sobresaliente. De hecho, no lo consiguen.
Con un sonido abierto y menos concentrado que con auriculares intraurales, la potencia y el posicionamiento del audio es buena, así como un gran volumen y nitidez en las pistas donde la voz tiene más protagonismo. Donde fallan, como de costumbre, es en el nivel de graves, que, en función de lo que quieras escuchar, podrías llegar a echarlos de menos.
Lo que sí permite el diseño es realizar gestos sobre ellos con la máxima comodidad. Bien para pausar o reproducir, avanzar o retroceder. Nada para el control del volumen, de momento, para lo que tendremos que seguir tirando de Siri. Puede que aquí esté otra de las deficiencias del modelo, que te obliga a recurrir al asistente cada vez que queramos controlar el volumen de nuestros Airpods.
Diferencias: conectividad y emparejamiento (H1) y Siri en manos libres (más cómodo)
La principal novedad de esta segunda generación se encuentra en el nuevo chip H1 que tiene integrado. Su función será facilitarnos un enlace más rápido con los diferentes dispositivos de Apple, así como reproducir o pausar con tan solo retirarnos uno de los cascos. Basta con colocar la caja de carga junto a un iPhone y abrirla para que los Airpods queden enlazados. Podremos hacerlo también con el resto de equipos que tengamos en nuestra cuenta gracias a iCloud.
De momento, enlazar los auriculares con más de un dispositivo al mismo tiempo resultará imposible. Una funcionalidad que muchos consumidores reclamaban pero que Apple no se ha encargado de dejar cubierta.
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Compatibilidad con Android
Eso sí, Apple nos permitirá enlazar nuestros Airpods también con cualquier dispositivo de Android. Aunque en pocos casos serían la primera opción para estos usuarios, es factible que puedan disfrutar de estos cascos.
Incluso el emparejamiento es más efectivo con Android, gracias al nuevo chip H1. Aunque no contarán con todas las funcionalidades que los Airpods ofrecen dentro del ecosistema IOS. Tales como pausar la reproducción al retirarnos los cascos, que sí podremos hacerlo con tan solo darle dos toques.
Nueva caja inalámbrica
Otra de las novedades más destacadas es la nueva caja de carga, que en esta segunda generación pasará a ser inalámbrica. Nada que sea del todo diferenciador pero que sí añade un punto de comodidad. Otra de las diferencias sería que el indicador LED del estado de carga de la batería estará en el interior. De todas formas, Apple da la opción de comprar los nuevos Airpods tanto con la caja de primera generación (179 euros) como con la inalámbrica de segunda generación (229 euros).
La caja en cuestión funciona bajo el estándar Qi, que permite utilizar bases de carga del todo variadas. Además, se mantiene la conectividad Lighting, dejando de lado la USB-C.
Al igual que en la primera generación, el mayor valor de esta caja de carga está en el almacenamiento que ofrece para los cascos, que ayuda a evitar pérdidas.
Carga y autonomía
En cuanto a la caja, necesitaremos cerca de hora y media para cargarla por completo con la conexión Lighting. Para una carga al 50%, bastará con poco más de media hora. Si la carga la hacemos con los auriculares en el interior, también sin batería, estos tendrán la carga al máximo pasados los 15-20 minutos. Si queremos cargar auriculares y caja por completo, necesitaremos casi dos horas.
Para la carga inalámbrica, una de las novedades de los nuevos Airpods, el tiempo doblará al necesario con el cable Lighting. La batería se llenaría después de tres horas.