La inteligencia artificial (IA) consiste en el desarrollo de sistemas capaces de realizar las tareas que haría un cerebro humano. Por ejemplo, aprender o resolver problemas.
Cuando hablamos de inteligencia artificial, probablemente, pensemos en robots de forma humana capaces de ayudar con las labores domésticas. Sin embargo, el desarrollo de esta tecnología abarca muchas más aplicaciones, algunas muy presentes en nuestra vida cotidiana.
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Usos cotidianos de la inteligencia artificial
En primer lugar tenemos el caso de los sistemas de servicio al cliente que emplean asistentes virtuales, conocidos como chatbots. Con la tecnología de inteligencia artificial se logra que los bots aprendan y almacenen conversaciones que emplean en los futuros requerimientos de los clientes.
Otro ejemplo son los asistentes personales de reconocimiento de voz, tales como Siri o Google Now, capaces de entender y transcribir el lenguaje humano.
En la medicina, los sistemas de inteligencia artificial se están convirtiendo en aliados para los médicos en la detección y tratamiento de enfermedades como el cáncer.
Uno de los avances más recientes demostró cómo un sistema de IA de deep learning (aprendizaje profundo) es capaz de detectar el cáncer de pulmón antes que los radiólogos. Lo realizó mediante un sistema automatizado de evaluación de imágenes que logró mejorar la precisión del diagnóstico precoz de esta enfermedad.
Otros sistemas de inteligencia artificial se están empleando para desarrollar vehículos autónomos, en la detección, mediante algoritmos, de fraudes bancarios, y en softwares de seguridad y vigilancia.
Aprendizaje automático y marketing
El machine learning, o aprendizaje automático, es una rama de la IA que tiene como objetivo desarrollar sistemas que aprendan a partir de grandes cantidades de datos. El fin es que con este aprendizaje sean capaces de tomar decisiones automáticas como, por ejemplo, detectar el idioma en que está escrito un tuit.
Estos sistemas, sin embargo, aún están muy lejos de comportarse como una inteligencia humana. Son incapaces de improvisar respuestas y poner en contexto la información proveniente de datos fragmentados.
La IA está teniendo también enorme impacto en el campo del marketing digital. Las empresas se están beneficiando al poder mejorar la interacción con sus audiencias a través del uso de algoritmos de inteligencia artificial.
La tecnología de IA le permite a los negocios automatizar la segmentación de su público. Además, contribuye a manejar sus estrategias y campañas con más eficiencia mediante el uso de programas automatizados.
Las redes sociales, los sitios de compras y de noticias utilizan igualmente algoritmos de IA para seleccionar y recomendarnos posts, noticias y productos.
La inteligencia artificial proviene del siglo XX
Al científico informático John McCarthy se le debe el concepto de inteligencia artificial. La definió en los años cincuenta como “la ciencia y la ingeniería de crear máquinas inteligentes, especialmente programas de computación inteligentes”.
McCarthy se planteaba que el aprendizaje y la inteligencia podrían, en principio, ser descritos tan precisamente que se podría construir una máquina capaz de simularlos. La tecnología de IA ha tenido avances significativos desde mediados del siglo XX. Pese a ello, la meta de crear un sistema artificial que imite la complejidad del pensamiento humano aún luce inalcanzable.